El Cantar de los Cantares.
29.10.2013 19:14
II. BUSQUEDA (1:4)
El versículo 4 dice: “Atráeme; en pos de ti correremos”. Aunque tenemos el deseo y la disposición de seguir en pos de El, no podemos evitar sentir que nos faltan las fuerzas para buscarlo. Esta fuerza no es un poder grandioso que el Espíritu nos dé de una vez por todas, sino que es la hermosura y la gloria del Señor, las cuales nos atraen. Su poder de atracción equivale a nuestro poder para buscarlo. Si el Señor verdaderamente nos atrae, nos será muy fácil ir en pos de El.
Si Tú nos atraes “en pos de Ti correremos”. Correr en pos equivale a buscar continuamente. Las fuerzas para correr en pos del Señor vienen de la atracción del Señor. Debemos darnos cuenta de que nadie puede acudir al Señor por su propia cuenta. Cuando éramos pecadores necesitábamos que Dios nos atrajera para poder acercarnos a El. Del mismo modo, después de llegar a ser creyentes, necesitamos ser atraídos por el Señor antes de poder correr en pos de El.
Aquí vemos la relación que existe entre un creyente individual y los demás creyentes. “Yo” soy atraído, pero “nosotros” corremos en pos del Señor. “Yo” soy llevado a las cámaras, pero “nosotros” nos gozaremos y alegraremos en Ti. Si un hombre recibe gracia delante del Señor, con seguridad afectará otros.
III. COMUNION (1:4)
El versículo 4 continúa: “El rey me ha metido en sus cámaras”. Después de que la doncella ora, su oración es contestada: “El rey me ha metido en sus cámaras”. Las cámaras son el lugar secreto (Sal. 91:1), Sus habitaciones. No llevaremos a una persona a nuestras cámaras, a menos que tengamos una amistad muy profunda con ella; por eso, cuando el rey la lleva a sus cámaras, manifiesta el comienzo de la comunión y la revelación. En las cámaras ella disfruta una comunión que era desconocida hasta entonces; además, ella ve algo que no había visto antes.
El hecho de que sea un rey indica que antes de conocer al Señor como nuestro amado, debemos conocerlo como nuestro Rey. Una vida de consagración siempre precede a una vida de amor, y una experiencia de satisfacción siempre ocurre después de un acto de consagración. “El Rey me ha metido en sus cámaras”. Ella lo ha conocido como su Rey, mas ahora el Rey le mostrará la experiencia de entrar en las cámaras.
Aquellas que están con la doncella pueden levantar sus cabezas, y el futuro se les abrirá. No hay límite en su futuro. Una vez que se tiene la experiencia de las cámaras, la esperanza abunda en una vida de amor. Ellas saben que el que comenzó la buena obra, la perfeccionara (Fil. 1:6). Por lo tanto, ellas dicen: “Nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino”. Estas son palabras para el futuro. La experiencia presente las llena de esperanza para el futuro (cfr. Pr. 23:35: un ejemplo de la búsqueda que se relaciona con el vino).
“Con razón te aman” debería traducirse: “Te aman con rectitud”. Esto significa que su amor proviene de una buena conciencia (1 Ti. 1:5).
