El Desafío del Amor Día 4
La mujer anhela profundamente que su esposo sea considerado y reflexivo. Esto es clave para ayudarla a que se sienta amada. Cuando ella habla, el hombre sabio escuchará como un detective para descubrir las necesidades y los deseos tácitos que insinúan sus palabras. Sin embargo, si ella siempre tiene que decirle cómo son las cosas, se pierde la oportunidad de que el esposo demuestre que la ama. Esto también explica por qué las mujeres se enojan con sus esposos sin decirles por qué. Ella piensa: “No debería tener que explicarle todo. Tendría que poder mirar la situación y darse cuenta de lo que sucede”. Al mismo tiempo, él sufre porque no puede leerle la mente a su esposa y se pregunta por qué se lo castiga por un crimen que ignoraba haber cometido. El amor exige consideración (de las dos partes); la clase de consideración que construye puentes con la combinación constructiva de la paciencia, la amabilidad y el desinterés. El amor te enseña a llegar a un acuerdo, a respetar y valorar la manera única en la que piensa tu cónyuge. El esposo debería escuchar a su esposa y aprender a considerar sus mensajes tácitos. La esposa debería aprender a comunicarse con sinceridad y no decir una cosa cuando en realidad quiere decir otra. Sin embargo, muchas veces te enojas y te frustras, y sigues el patrón destructivo de “preparen, apunten, ¡fuego!”. En el momento, hablas con dureza; y más tarde, decides si deberías haberlo dicho. Por el contrario, la naturaleza reflexiva del amor, te enseña a usar la mente antes de usar la boca, El amor piensa antes de hablar. Filtra las palabras a través de una rejilla de verdad y bondad. ¿Cuándo fue la última vez que pasaste algunos minutos pensando sobre cómo podrías comprender mejor a tu cónyuge y demostrarle amor? ¿Qué necesidad inmediata podrías satisfacer? ¿Para qué acontecimiento próximo (aniversario, cumpleaños, día festivo) podrías prepararte? Los grandes matrimonios surgen de la reflexión profunda.